transformar

¿Cambiar o transformar?

Según el DRAE, la palabra cambio tienes varias acepciones:

  • Dejar una cosa para tomar otra.
  • Canjear, intercambiar.
  • Evolucionar, reformar, modificar.
  • Sustituir
  • Trasladar o trasladarse
  • Convertir algo en otra cosa. Mudar o alterar: la condición, la apariencia física o moral, el comportamiento. Transformar, alterar, transmutar.

Si nos centramos ahora en el cambio, reconocemos que es habitual escuchar que estamos cambiando, que mi empresa se encuentra inmersa en un proceso de cambio. Pero exactamente ¿Qué está cambiando?

En realidad, estamos adaptándonos a una situación diferente, a otro escenario que se produce por si solo o empujado por circunstancias externas a nosotros.

Por lo tanto, cuando hablamos de cambio, nos referimos a sustituir, cambiar, reformar o renovar:

 

  • Procesos
  • Sistemas
  • Maquinaria
  • Personas
  • Instalaciones y mobiliario
  • Logos
  • Discursos, principios y mensajes
  • Códigos culturales
  • Líneas de negocio
  • Productos 
  • Estrategias…

Reflexiona por un momento en la última situación vivida por ti en una organización en la que supuestamente os encontrabais sumidos en una fase de cambio. ¿Qué estabais cambiando exactamente? Seguro que localizas alguno de los supuestos que he listado anteriormente. Si lo piensas, en la mayoría de las ocasiones se trata de la llegada de un nuevo directivo o supuesto líder, que procede a tomar decisiones en la empresa, partido político, ONG, ministerio o club de futbol, y los demás nos creemos que estamos cambiando.

Pero las personas… no nos planteamos cambiar. 

No nos proponemos alterar nuestras creencias, nuestros valores, nuestra mirada o comportamiento. Permanecen intactas, actuando únicamente en lo exterior. Aceptan que todo lo ajeno a ellas se modifique, se sustituya o incluso desaparezca, mientras no les suponga preguntarse o enfrentarse a sus esquemas mentales.

Se trata de seguir la máxima de Giuseppe Tomasi di Lampedusa citada en su obra El Gatopardo, llevada al cine por Luchino Visconti:

Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie.

Esta frase simboliza la capacidad de los sicilianos para adaptarse a lo largo de la historia a los distintos gobernantes de la isla, pero también la intención de la aristocracia de aceptar la revolución unificadora propiciada por Garibaldi y apoyada por el rey Víctor Manuel II para poder conservar su influencia y poder. 

Esta forma de actuar se denomina en Italia, y en general en ámbitos de la ciencia política, como «gatopardismo o “lo lampedusiano» referida a quien que inicia una transformación política revolucionaria, pero que en la práctica sólo altera la parte superficial de las estructuras de poder, conservando intencionadamente el elemento esencial de estas estructuras.

Y es lo que ocurre habitualmente en las organizaciones; aparentemente todo cambia, pero en realidad todo sigue igual, y te proporciono tres situaciones que se repiten en estos procesos: 

  • Las personas que ocupan las posiciones de poder, se comprometen activamente con el cambio … siempre que no les afecte a ellos
  • En este entorno de cambio que parece envolverlo todo, hay temas que ni se abordan … porque resultan demasiado arriesgados o incomodos y se ladean para mejor ocasión.
  • Se atacan los síntomas de lo que no funciona… sin hacer caso de las causas sistémicas de los originaron. 

En definitiva: la clave no es solo cambiar, es aprender a transformarse.

Lo abordaremos en el próximo post.