Nos apetecía mucho poder compartir de nuevo, en nuestra ciudad y la oportunidad se ha producido el pasado fin de semana.
El lugar, el Espacio de Acompañamiento y Desarrollo de Cristina García Gambín. Un entorno diáfano, cómodo y sin ruidos exteriores que nos ha permitido cumplir nuestros objetivos.
La mitad de los participantes venían de fuera (Madrid, Valencia y Sevilla) y como siempre, el entendimiento y la cooperación han prevalecido entre personas de edades y actividades diversas.
Cada uno de nosotros ya sabe, o intuye qué tiene de bueno; qué cualidades nos acompañan con más o menos fortuna. Pero una de las claves de este proceso, es si esas inclinaciones naturales que nos acompañan desde la infancia, tienen valor para nosotros, si las consideramos relevantes, y…sobre todo, si nos las creemos.
El mirar fuera de nosotros, el reservar la palabra talento solo para comportamientos que consideramos excepcionales, el buscar siempre la opinión de otras personas para que nos reconozcan, nos validen o nos otorguen valor, constituyen algunos de los obstáculos que nos impiden recocer nuestra singularidad.
Esa es la clave. No lo que hacemos hoy, -pues servimos para muchas cosas- sino quienes somos, y quienes decidimos SER en las actividades que emprendamos hoy y mañana.
Ningún cuestionario puede decirte quien eres tú; ningún test te va a indicar cuál es la ocupación o profesión adecuada. Sólo tú, mirando dentro de ti, puede averiguarlo.
Y el grupo es esencial en este RE-Descubrimiento de tus talentos. Y así se ha demostrado en este taller. Donde todos y todas nos hemos acompañado y cuidado, y al finalizar, hemos entregado el regalo de nuestra percepción positiva a cada uno.
Gracias a Adela, Betty, Consuelo, Germán, Idoia, Maria, Maria del Rosario, Mariajo, Merche, Miriam, Sergio y Víctor.
Hemos disfrutado. Cuando hayáis aposentado los hallazgos y las emociones, nos llamáis para tener la sesión individual, incluida en el taller.
Un abrazo de Mar y Antonio Ángel
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