La forma en que se desarrollan nuestras relaciones sociales determina en gran medida como nos sentimos; así, como nos relacionamos con nuestro jefe, compañeros, familia, pareja, amigos…. afecta directamente al grado de «felicidad» que percibimos.
«¡¡Este año quiero mejorar mis habilidades sociales!!».
Buen propósito. Pero… ¿por donde empiezo?
Como explica Elia Roca en el libro «Como mejorar tus habilidades sociales», hay tres conceptos que acompañan al de habilidad social: autoestima, inteligencia emocional y empatía.
Quizá podamos empezar a ver que tal andamos del primero de ellos.
La autoestima, la capacidad para aceptarnos y valorarnos a nosotros mismos, con independencia del reconocimiento que obtengamos de los demás, es un requisito indispensable para relacionarnos eficazmente.
Lo primero que haremos será preguntarnos:
– ¿Me conozco a mí mismo? ¿existen aspectos de los que no soy consciente pero que son perfectamente percibidos por los que me rodean?
– ¿Acepto como soy? ¿con mis defectos y virtudes?
– ¿Miro hacia mí positivamente? ¿con respeto y cariño?
– ¿Intento conseguir aquello que me hace feliz física y mentalmente?
– La aprobación de los demás, ¿es imprescindible para mi o algo deseable, que me gusta obtener, pero sin lo que puedo vivir?
– ¿Reconozco todo mi potencial? ¿aquello que puedo llegar a ser?
Es posible que a la menor oportunidad nos convirtamos en nuestro más feroz crítico, que perdonemos en otros errores que no aceptamos en nosotros mismos, que la falta de respaldo de los demás haga que dudemos inmediatamente de nuestra capacidad, que nos digamos repetidamente «soy así y no soy capaz de cambiar»
Si nuestras respuestas no son todo lo positivas que nos gustaría, ya tenemos por donde comenzar.
Existen pequeños ejercicios que nos ayudarán a mejorar nuestra autoestima fácilmente.
Por ejemplo, pídele a las personas que te rodean, a aquellas que sabemos con seguridad que nos quieren, te digan qué es lo que más aprecian en ti; anota todo en una hoja para leerlo varias veces, especialmente cuando dudes de tu valía.
Acostúmbrate a hablar y pensar sobre ti de forma lo más positiva posible, atendiendo especialmente a aquellos pensamientos que nos asaltan de forma automática y pídele a alguien cercano que te corrija si no lo haces.
Cuando mejore tu autoestima, cuando aprendas a quererte y respetarte, te será más fácil querer y respetar a los demás.
Y esto supondrá un gran avance en tu habilidad para relacionarte socialmente
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